Astrid y Gaston
fusión perfecta entre tradición y vanguardia
Durante mi tiempo en Astrid y Gastón México, tuve el privilegio de formar parte de una de las cocinas más innovadoras y reconocidas de América Latina. Este emblemático restaurante fue mi hogar culinario donde la alta gastronomía peruana contemporánea se fusionaba con influencias globales, llevándome a explorar y perfeccionar técnicas y, sabores que dedicidamente, transformaron mi carrera.
Bajo la visión creativa de Gastón Acurio, cada día era un reto lleno de aprendizaje, donde no solo elevamos la cocina peruana a nuevos niveles, sino que también compartimos la riqueza cultural del país con el mundo entero.
Gastón Acurio es quien me hizo ver que la humildad y la sencillez, así como el aprecio y respeto por el ingrediente es lo más importante.
Fue una etapa crucial en mi trayectoria, que me permitió expandir mis horizontes y dejar una huella en la gastronomía internacional.
Muchas gracias Gastón y Astrid por todo vuestro apoyo y cariño.
Mi mejor experiencia culinaria
Durante mi tiempo en Astrid y Gastón, tuve el honor de integrarme a una de las cocinas más vanguardistas y reconocidas en el panorama gastronómico mundial. Este icónico restaurante con su base en Lima, Perú, no solo me ofreció una plataforma para perfeccionar mi técnica, sino que también me permitió sumergirme en la riqueza de la cultura peruana y sus increíbles sabores, descubriendo ingredientes autóctonos que transformaron mi manera de concebir la cocina por el cual ahora una parte de mi corazón es peruana.
Recuerdo una ocasión en la que recibimos la visita de una delegación internacional de chefs, entre ellos varios con estrellas Michelin, deseosos de descubrir el alma de la gastronomía peruana. Junto a Gastón, tuvimos la oportunidad de mostrarles platos icónicos como el cebiche clásico y la causa limeña, pero en versiones elevadas que jugaban con técnicas modernas, respetando la esencia de cada ingrediente. Fue impresionante ver la reacción de estos maestros de la cocina al probar platos tan cargados de historia, pero con una presentación contemporánea. Para mí, fue un momento revelador: comprender que nuestra misión no era solo cocinar, sino contar historias a través de cada plato.
Cada día en Astrid y Gastón era un desafío creativo y una oportunidad para seguir aprendiendo. Uno de los recuerdos más gratificantes fue la creación de un menú degustación inspirado en las regiones del Perú. Trabajamos con ingredientes que nunca había visto antes como el ají amarillo fresco, el chuño, un tipo de papa deshidratada utilizada en las alturas de los Andes, y la carapulcra. Esta experiencia no solo expandió mi repertorio culinario, sino que también me hizo entender la profundidad y complejidad de la cocina peruana, su capacidad de innovar manteniendo siempre viva su tradición.
Sin duda, fue una etapa que marcó mi carrera. El trabajo en Astrid y Gastón me enseñó que la gastronomía no tiene fronteras, que los sabores son una forma de conectar culturas y que, en cada plato, podemos reflejar la pasión, la historia y el orgullo de un país.
Trabajar al lado de Gastón Acurio y Astrid Gutsche y todo el equipo de Astid y Gastón Lima, fue una escuela de vida, donde el compromiso con la excelencia y la creatividad siempre estuvo en el centro de todo lo que hacíamos. Muchas gracias a todos por tantos momentos tan increíbles juntos.
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