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LA receta de los jueves: Mini Sándwiches de Pollo Estilo Nashville

  • Foto del escritor: Chef Yerika
    Chef Yerika
  • 1 may
  • 4 Min. de lectura

Muslos marinados en suero de leche, glaseado picante de cayena y encurtidos sobre panecillos tostados
Muslos marinados en suero de leche, glaseado picante de cayena y encurtidos sobre panecillos tostados

El pollo frito estilo Nashville es mucho más que un platillo: es un rito de iniciación. Nacido en el corazón de Tennessee como un acto audaz de venganza culinaria (sí, la leyenda dice que fue creado para castigar a un amante infiel con demasiado picante), se transformó con el tiempo en un tesoro regional y una obsesión nacional. Su firma está en el contraste: pollo crujiente frito, bañado en un aceite ardiente con cayena, equilibrado con encurtidos dulces y ensalada cremosa de col.

Estos mini sándwiches de pollo estilo Nashville rinden homenaje a ese calor del sur, llevándolo al formato ideal para compartir en reuniones, fiestas o para quienes disfrutan un buen golpe de sabor sin saturar el plato. Con pollo marinado en suero de leche, un glaseado picante y pepinillos ácidos, estos sliders logran un equilibrio perfecto entre intensidad, textura y confort.

Esta versión refinada del clásico sureño combina técnica profesional con sabores intensos y balanceados. Se trabaja con un marinado prolongado en suero de leche para obtener una textura jugosa, una fritura controlada para asegurar un exterior perfectamente crujiente, y un glaseado especiado que impregna el pollo con capas de sabor picante. Ideal para un servicio rápido con calidad de restaurante o para sorprender en reuniones caseras. Ingredientes (para 6 a 8 sliders)

Para el pollo:

  • 500 g de muslos de pollo deshuesados (puedes cortarlos en mitades si son muy grandes)

  • 1 taza de suero de leche (buttermilk)

  • 1 cucharadita de ajo en polvo

  • 1 cucharadita de pimentón ahumado

  • 1 cucharadita de sal

  • 1/2 cucharadita de pimienta negra

  • 1/4 cucharadita de cayena

Para empanizar y freír:

  • 1 1/2 tazas de harina de trigo

  • 1/2 taza de maicena

  • 1 cucharadita de sal

  • 1/2 cucharadita de pimentón

  • Aceite vegetal para freír (cantidad suficiente para sumergir el pollo)

Para el glaseado picante:

  • 1/3 de taza del aceite caliente usado para freír

  • 1 cucharada de azúcar morena

  • 1 cucharada de cayena (ajustar al gusto)

  • 1/2 cucharadita de ajo en polvo

  • 1/2 cucharadita de pimentón ahumado

  • Una pizca de sal

Para armar:

  • 6–8 bollos tipo brioche o panecillos suaves

  • Rodajas de pepinillo encurtido (tipo dill)

  • Ensalada de col cremosa (opcional pero muy recomendable)

  • Mantequilla para tostar el pan

Preparación paso a paso

1. Marinar el pollo En un bol, mezcla el suero de leche con las especias: ajo en polvo, pimentón ahumado, sal, pimienta negra y cayena. Incorpora los muslos de pollo asegurándote de que estén completamente cubiertos. Cubre y refrigera por al menos 4 horas o toda la noche. Este paso no solo aporta sabor, sino que rompe las fibras del pollo para hacerlo más tierno y jugoso.

2. Preparar la mezcla seca para empanizar En otro recipiente, mezcla la harina, la maicena, la sal y el pimentón. La maicena ayuda a obtener una corteza más crujiente y ligera. Retira el pollo del marinado, escurre el exceso y cubre cada pieza con la mezcla seca presionando ligeramente para que se adhiera bien. Para una cobertura aún más crujiente, deja reposar el pollo empanizado sobre una rejilla durante 10–15 minutos antes de freír.

3. Freír el pollo con control de temperatura Calienta el aceite a 175°C en una sartén profunda o una olla de fondo grueso. Fríe las piezas de pollo por tandas para no enfriar el aceite, de 6 a 8 minutos por lado, dependiendo del grosor. Busca un dorado uniforme y una textura firme al tacto. Usa una rejilla para escurrir el exceso de aceite y reserva 1/3 de taza del aceite caliente para el glaseado.

4. Preparar el glaseado picante Con cuidado, mezcla el aceite caliente reservado con el azúcar morena, la cayena, el ajo en polvo, el pimentón ahumado y una pizca de sal. Esta mezcla debe quedar espesa y brillante. Pincela cada pieza de pollo generosamente mientras aún está caliente, permitiendo que el glaseado penetre la corteza y se adhiera bien.

5. Tostar el pan y montar los sliders Unta ligeramente los bollos con mantequilla y tuéstalos en una sartén o plancha hasta que estén dorados por dentro. Coloca una pieza de pollo en la base de cada pan, añade unas rodajas de pepinillo encurtido y una cucharada de ensalada de col si decides usarla. Cierra con la parte superior del pan.

Consejos de la chef

  • El suero de leche es esencial para ablandar y dar un perfil ácido sutil al pollo. Si no tienes, mezcla una taza de leche entera con una cucharada de vinagre o jugo de limón y deja reposar 10 minutos.

  • La maicena en el empanizado mejora notablemente la textura: es la clave para lograr una corteza que suene al morder.

  • El aceite debe mantenerse constante entre 170 y 180°C. Si baja, el empanizado se volverá grasoso; si sube demasiado, se quema.

  • Puedes ajustar el picante bajando la cantidad de cayena en el glaseado o incluso dividiendo la mezcla y añadiendo miel para una versión dulce-picante.

  • Los encurtidos son esenciales. El vinagre corta la grasa y equilibra el fuego del glaseado. Un toque de mostaza en el pan también es bienvenido si deseas más profundidad.

Estos sliders tienen el tamaño perfecto para compartir, pero su sabor es todo menos pequeño. Son ideales para una comida informal entre amigos, eventos especiales o simplemente para explorar una preparación clásica con técnica profesional y personalidad propia.

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